Esta es la historia de un gran amor, un amor que comenzó en febrero de un verano, un amor inesperado, un amor a primera vista...
Abrí la puerta y entré, alli estaba él, depronto lo miré y el me miro, y nos sonreimos, pero nos hicimos indiferentes. Subí a mi habitación, me cambié y luego bajé, allí lo encontré junto a la mesa de pool, fui hasta ahi y lo saludé, hablamos, pero supe que no era para él. Nos volvimos a cruzar en la picina y yo sin rendirme, nuevamente le hablé. No paraba de mirar sus hermosos ojos verdes, ni su bella sonrisa. Me hacía reír y sentirme feliz. De repente me robó un beso, no supe que hacer, pero le segui el tren. En ese momento sentí algo que nunca antes había sentido, algo mágico y puro, que no se puede explicar. Me enamoré completamente de él. Mas tarde nos reencontramos en la cena y ya nada quedaba por hacer, mi mirada estaba perdida en él. Huimos a la playa a caminar, y de la mano fuimos a la par, me cantaba canciones al oído , mientras yo miraba las estrellas. Me decía cosas bellas y yo lo alagaba sin parar. Ya era tarde y debíamos volver, pero antes quería estar un rato con él. Fuimos arriba los dos y a puro besos y abrazos encontramos el amor. No me quería ir, pero tenía que hacerlo, debía partir a dormir. Me despedí con tristeza y gran dolor, de esa noche magica y de gran pasión. Dijo que me quería y me extrañaría y que el proximo verano, volvería al hotel. Con el llanto entre mis ojos, le dí un beso y al mirarlo le jure: JAMÁS OLVIDARME DE ÉL.